Esta nueva célula solar esta compuesta por solamente un cristal fotónico en dos dimensiones. La misma luego de un proceso nanotecnológico, presenta nanoagujeros con dimensiones aproximadas a los 200 nm de diámetro y unos 600 nm que las separan una de otras. Así las mismas toman una forma de red periódica de simetría triangular.
El investigador del CSIC y director de la investigación, Pablo Aitor Postigo, que trabaja en el Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC), señala las ventajas de su investigación: Servirá para aprovechar con mayor eficiencia los rayos solares. Los sistemas actuales sólo permiten aprovechar un 30 % de la energía solar para convertirla en electricidad. Nuestras células solares permitirán aumentar la eficacia de estos sistemas hasta en un 30%”.
Además de la ayuda y colaboración que varios integrantes del Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC) y del Instituto Energía Solar y La Universisdad de Pavia con sede en Italia prestaron, expertos aseguran que este cristal seria de gran uso en aplicaciones industriales.